lunes, 19 de noviembre de 2007

7.2 Romanticismo

Entre 1770 y 1800 "Europa se acostó absolutista y neoclásica y se levantó demócrata y romántica". Gracias a la revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase burguesa y sienta las bases del liberalismo; gracias a la revolución francesa (1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad; gracias igualmente a la revolución americana con su Declaración de Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre su centro y establece la república como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva del poder; gracias a todos estos hechos la Libertad reemplaza a la tiranía, el poder absoluto se ve limitado y la democracia se erige en ideal de gobierno.

ž Para los clasicistas la belleza depende, en forma subjetiva, de los objetos (unidad, variedad, regularidad, orden, proporción, etc.), más que de la sensación que producen éstos en quien los contempla. La belleza, en consecuencia, ha de proporcionar un estado de placer sereno, fruto del orden y la proporción, como ocurre con el arte griego. Pero también se tuvo en cuenta en el siglo XVIII junto a lo bello lo sublime, que desde la Antigüedad tenía que ver con la emoción.


ž Espiritu romantico
ž Fue precisamente Rousseau quien estableció el culto al individuo y celebró la libertad del espíritu humano al afirmar 'Siento antes de pensar'. Goethe y sus compatriotas, el filósofo y crítico Johann Gottfried von Herder y el historiador Justus Möser, incidieron en aspectos más formales, colaborando en una serie de ensayos titulados Von deutscher Art und Kunst (Sobre el estilo y el arte alemán, 1773), una obra en la que ensalzan el espíritu romántico manifestado en las canciones populares alemanas, la arquitectura gótica y las obras de Shakespeare. Goethe se propuso imitar la libertad estilística de Shakespeare en su Götz von Berlichingen (1773), un drama histórico sobre un caballero rebelde del siglo XVI. La obra, que justifica la insurrección contra la autoridad política, inauguró el movimiento literario conocido como Sturm und Drang (tormenta e impulso), considerado como precursor del romanticismo alemán.
ž Estilo
ž Las convenciones clásicas, como las famosas tres unidades de la tragedia (tiempo, espacio y acción), cayeron así en desuso, y la creciente demanda de lirismo y espontaneidad, cualidades que los seguidores del romanticismo encontraron en la poesía popular y los romances medievales, generó un enorme rechazo de la regularidad métrica, la rigidez formal y otros aspectos de la tradición clásica. En la poesía inglesa el verso libre sustituyó al pareado que dominó la poesía del siglo XVIII. Los primeros versos del drama Hernani (1830), obra del gran escritor romántico francés Victor Hugo, se alejan de las normas de versificación francesas del siglo XVIII, mientras que en el prefacio a su Cromwell (1827), un documento crítico de gran importancia en sí mismo, Hugo no sólo defiende su ruptura con la estructura dramática tradicional, sino que justifica además la introducción del elemento grotesco en el arte. Los escritores románticos sustituyeron también a los héroes universales de la literatura dieciochesca por héroes más complejos e idiosincrásicos. Gran parte del teatro, la novela y la poesía romántica se entregan a la celebración del 'hombre corriente' de Rousseau.
ž Naturaleza
ž Uno de los rasgos principales del romanticismo fue su preocupación por la naturaleza. El placer que proporcionan los lugares intactos y la (presumible) inocencia de los habitantes del mundo rural se observa por primera vez como tema literario en la obra 'Las estaciones' (1726-1730), del poeta escocés James Thomson. Esta obra se cita a menudo como una influencia decisiva en la poesía romántica inglesa y su visión idílica de la naturaleza, una tendencia liderada por el poeta William Wordsworth. El gusto por la vida rural se funde generalmente con la característica melancolía romántica, un sentimiento que responde a la intuición de cambio inminente o la amenaza que se cierne sobre un estilo de vida.
ž Exótico
ž Imbuidos de un nuevo espíritu de libertad, los escritores románticos de todas las culturas ampliaron sus horizontes imaginarios en el espacio y en el tiempo. Regresaron a la edad media en busca de temas y escenarios y ambientaron sus obras en lugares como las Hébridas de la tradición ossiánica, como en la obra del poeta escocés James MacPherson (véase Ossián y baladas ossiánicas), o el Xanadú oriental evocado por Coleridge en su inacabado 'Kubla Jan' (c. 1797). Una obra decisiva fue la recopilación de antiguas baladas inglesas y escocesas realizada por Percy Thomas; sus Reliquias de poesía inglesa antigua (1765) ejercieron una influencia notable, tanto formal como temática, en la poesía romántica posterior. La nostalgia por el pasado gótico se funde con la tendencia a la melancolía y genera una especial atracción hacia las ruinas, los cementerios y lo sobrenatural.
ž Lo Sobrenatural
ž El gusto por los elementos irracionales y sobrenaturales figura entre las principales características de la literatura inglesa y alemana del periodo romántico. Esta tendencia se vio reforzada en un sentido por la desilusión con el racionalismo del siglo XVIII, y en otro por la recuperación de una abundante cantidad de literatura antigua (cuentos populares y baladas) realizada por Percy y los eruditos alemanes Jacob y Wilhelm Karl (Grimm y el escritor danés Hans Christian Andersen o el español Gustavo Adolfo Bécquer, que tanto influyó en los poetas hispanoamericanos. A partir de estos materiales surge, por ejemplo, el motivo del doppelgänger (el doble). Muchos escritores románticos, especialmente los alemanes, se mostraron fascinados con este concepto, que en cierto modo refleja la preocupación romántica por la propia identidad. El poeta Heinrich Heine escribió un poema apócrifo titulado 'Der Doppelgänger' (1827); otra obra basada en el mismo tema es El elixir del diablo (1815-1816), una novela corta de E. T. A. Hoffmann; y lo mismo cabe afirmar de La increíble historia de Peter Schlemihl (1814), de Adelbert von Chamisso, un relato sobre un hombre que vende su sombra al diablo. Mucho tiempo después el gran maestro ruso Fiódor Mijáilovich Dostoievski escribió su famosa novela El doble (1846), un estudio sobre la paranoia de un modesto oficinista.

  • Arquitectura
  • Descripción
  • Desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico el románico fue un esfuerzo continuo en construir templos perdurables con la mayor grandeza posible pero evitando su posible destrucción. En este empeño la arquitectura románica siguió un proceso evolutivo continuo de perfeccionamiento y de resolución de problemas tectónicos en busca de la altura y la luz.

Para ello el material empleado debía ser piedra fundamentalmente, aunque no se renunció a otro materiales como luego veremos. Otra condición ideal era que el templo debía estar abovedado. Esto era por dos razones: la primera por dar mayor relevancia simbólica al edificio y otra más práctica para evitar los incendios que los techos de madera sufrían con cierta frecuencia. Estos deseos llevaron a los arquitectos románicos a construir sus iglesias con grandes muros macizos de piedra que pudieran soportar los enormes pesos de las bóvedas.

  • Templos

Los vanos, aunque deseados por el simbolismo de la luz, fueron practicados de manera más escasa que en el gótico -vanos estrechas y saeteras- pues suponían frecuentemente menoscabo de a resistencia de los muros. Como consecuencia secundaria, el interior de los templos románicos se envuelven en una tamizada luz que invita al recogimiento. El sistema de empujes y contrarrestos de las bóvedas -mediante columnas, pilares, contrafuertes, otras bóvedas, etc.- se convirtió en el principal problema ingenieril a resolver y que no siempre se hizo con acierto como sabemos por innumerables derrumbamientos producidos en diferentes épocas.

  • Cont.

A groso modo un templo románico es un edificio de piedra labrada orientado al este con una o varias naves longitudinales que podían tener otras atravesadas (se verá en el siguiente apartado). En ocasiones, la fachada o hastial occidental estaba precedida de un nártex o antesala abovedada monumental. La cabecera podía tener ábsides escalonados de planta semicircular (lo más corriente) o rectangulares o incluso tener girola con capillas radiales. Sobre el crucero se solía levantar un cimborrio o torre-linterna -de planta cuadrada u octogonal- con ventanales para iluminar el interior.

  • Campanario

También era frecuente la construcción de parejas de torres campanario pareadas flanqueando la fachada o torres únicas en un costado del templo (con predilección por el costado norte). El campanario tenía muchas funciones simbólicas más allá de la mera utilización como instrumento sonoro para convocar a misa. Se trataba de un símbolo de unión entre Dios y los hombres y del poder de la Iglesia. En ocasiones se trataba también de una especie de torre fortaleza de defensa frente a los enemigos, como en algunos lugares de la Castilla al sur del Duero. La torre románica solía tener varios pisos con ventanales normalmente ajimezados.


ž Musica
ž Descripción
ž El romanticismo musical es un período que transcurrió aproximadamente entre principios de los años 1800 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y estilos de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música clásica (también conocida como música docta o académica) que fue precedido por el clasicismo y continuado por el modernismo.
ž El romanticismo musical está relacionado con el romanticismo, la corriente de cambios en literatura, bellas artes y filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el romanticismo en aquellas artes y en la filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El romanticismo como movimiento global en las artes y la filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del romanticismo intentaba expresar estas emociones y describir esas verdades más profundas, mientras preservaba o incluso expandía las estructuras formales del período clásico.
ž El término música romántica, que podría confundirse con la música del romanticismo, se entiende como toda música suave o con una atmósfera ensoñadora (no siempre ha de ser así). Ese término podría relacionarse con la palabra romántico que se estableció durante el romanticismo, pero no toda la música del romanticismo cumple con estas características. Del mismo modo, no toda la música romántica se puede relacionar con el período romántico.

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