martes, 4 de diciembre de 2007

Platón

Podemos conocer la vida de diferentes figuras de la historia mediante diversas actividades.


Mientras nuestros compañeros tengan los ojos vendados, les explicamos la teoria de Platon acerca de las ideas y el Mito de la caverna del VII Libro de La República, de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento ya que él decia que desde que nacieron, un par de hombrecitos permanecieron prisioneros por cadenas que les sujetaban por el cuello y las piernas, limitando el movimiento y obligandolos a permanecer en grupo dentro de una caverna subterranea. Los hombrecitos solo podian mirar la pared de fondo de la caverna. Atrás de la fila de hombrecitos se encuentra un muro con un pasillo por el cual caminan hombres cuyas sombras, que se proyectan en la única pared que los prisioneros pueden ver por una hoguera situada al final del pasillo. Estas sombras son toda realidad que los prisioneros conocen, y la toman como tal, no como sombras de otros hombrecillos. Hay una entrada a la cueva, por la cual un prisionero que logra liberarse de sus ataduras sale de la caverna y... y...!!! conoce el mundo de las ideaaaaaaaaaaaaas!!! Fascinado con conocer la realidad, los colores, la luz, la naturaleza: la verdad, regresa a la cueva a liberar a los otros hombrecitos. ..pero ho! los hombrecitos le rompen su madre y lo mandan al otro mundo porque creen que el dolor que les causará liberarse de las cadenas sería demasiado para las locuras que decia el jovenazo este, cuando el solo intentaba convencerles de que viven en un magnifico engaño. Ingenuos hombrecitos, prisioneros ignorantes, incultos y violentos se quedaron en su propio limite por siempre.

Se les pide imaginar cualquier figura o forma, y tratar de moldear esta “idea” en plastilina, esto es con la finalidad de demosatrarles que; como Platón dice, lo tangible solo es una copia de la idea perfecta de cualquier cosa, y se demuestra por que ellos no saben de que color es la plastilina, por lo tanto, cuando se descubren los ojos, su fugura no sera exactamente igual a lo que se imaginaron.

Platón nacio en Atenas, Grecia y fue el fundador del método fiolosófico y de la Filosofía de tradición académica. Fue mano derecha de sócrates y al morir este, se dedicó a propagar su filosofía ya que Sócrates jamás escribió una sola cosa acerca de él mismo.

Este es el texto que se lee durante el performance en el salón:

Talvez hayas leído acerca de mí, de mis trabajos, mis maestros y mis alumnos, de mí supuesta influencia como autor y sistematizador que ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de mi vida. Pero no seria mejor que te lo contara yo mismo…M i V i d aPLATONNací en Atenas el séptimo día del mes Targelión del año 427 a.C. con el nombre original de Aristocles Podros, con el cual poca gente me reconoce, pertenecí a los Glaucón una familia noble e ilustre, de la más alta aristocracia, por lo cual recibí una educación privilegiada, tanto en el ámbito físico como en el ámbito intelectual.Durante mi juventud luche como soldado en las guerras del Peloponeso de las cuales Atenas salió derrotada, y el poder y la economía que ostentaba sobre el mundo griego cayó en las manos de Esparta.En el año 407 sobrevino un acontecimiento capital en mi vida, el encuentro con mi maestro, Sócrates. Él tenía 63 años y yo solo 20, siguiéndolo así por casi ocho años, hasta la caída de los Treinta, cuando tres delatores lo acusaron de corromper a la juventud y de no creer en los dioses de la ciudad.Recuerdo que fui a su juicio en el cual fue condenado a muerte, pero no a su ejecución, donde en un hecho sin precedentes y fiel a su filosofía, Sócrates rehúsa evadirse y bebe cicuta. Esta escandalosa injusticia se vuelve mi prototipo del acto inicuo contra cuya repetición debemos luchar todos los filósofos. Todo esto lo relato en el Fedón en el 399.Puesto que corría el riesgo de ser molestado por ser alumno de Sócrates, me refugie con alumnos y amigos en Mégara; allí una célebre escuela nos acogió en ella y conocí a Euclides el Megálico. De ahí realice varios viajes; uno de ellos a África, donde me detuve en Egipto, y en Cirenaica, donde frecuente a Aristipo de Cirene y a el matemático Teodoro. También viajé a Italia meridional con el fin de conocer a los pitagóricos y en particular a Arquitas de Tarento. Durante todos estos viajes escribí varias obras como: Hippias menor, Alsibíades, Apología, Eutifrón, Critón, Hippias mayor, Cármides, Laques, Lisis, Protágoras, Gorgias y Menón.Alrededor del año 388 abandone Italia para dirigirme a Sicilia impulsado por el deseo de influir en la política de un Griego de modesto origen llamado Dionisio I el Anciano, quien tenia en jaque a los cartagineses y se había convertido en el amo absoluto de Sicilia. Ahí trate de intimar con Dion, hermano político de Dionisio, quien tenía pretensiones de filósofo y admiraba a los Socráticos. La estadía me ayudo a entender las formas de gobierno que plasmaría después en La Republica, pero mis ideas fueron irreverentes, motivo por el cual Dionisio ordeno que me embarcara como prisionero, posteriormente como esclavo en una nave espartana. Por fortuna, Aníceris, a quien había tratado en Cirene, me reconoce y paga mi rescate y me liberan.Ya de regreso en Atenas compre un gimnasio y un parque situado en el noroeste de la ciudad y fundo en ese lugar una escuela, la Academia. Se trata de la primera escuela de filosofía organizada como una universidad, con su estatuto, reglamento, alojamiento destinado a los estudiantes, sala de conferencias, museo, biblioteca, etc. De todos los rincones de Grecia y del mundo mediterráneo concurren alumnos a seguir mis enseñanzas. En ésta época, escribí El Fedón, El Banquete, El Fredo, El Ion, El Menexeno, El Eutidemo, El Cratilo y comienzo La Republica.Hacia el año 367 muere Dionisio I el Anciano, y su hijo primogénito, Dionisio II el joven, asciende al trono; tiene 30 años y carece de mayor experiencia en los negocios públicos. Dion me llamo haciéndome ver las perspectivas que se ofrecen para realizar reformas políticas. Me dirijo a Sicilia y dejo a cargo de la Academia a Eudoxio. Dionisio II me acogió muy bien y parecía ser un alumno muy dócil; sin embargo, muy pronto Dionisio II ve en Dion, su tío y en mi como una amenaza. Motivo por el cual me retiene como prisionero y después me destierra junto con Dion. El monarca promete, no obstante, llamar pronto a uno y a otro. De regreso a Atenas permanezco en ella seis años, y compongo, el Parménides, el Teeteto, el Sofista, el Político y el Filevo. En el 361, Dionisio me invita nuevamente. Regreso con algunos discípulos con el mismo destino de la vez pasada, pero esta ves con un final trágico para Dionisio ya que su tío recluta un ejercito y lo vence. Así Dion instaura una dictadura que dura tres años, hasta que finalmente es asesinado por su amigo, el platónico Calipo. Para los últimos momentos de mi vida continué al mando de la academia y escribo el Timeo, el Critias y Las Leyes, que quedaron inconclusas a causa de mi muerte en 347 a.C..


Bibliografía:

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